PERU21 -La izquierda se queja y acusa que varios futuros funcionarios de PPKhayan servido alternadamente en el sector privado y público, generándose así posibles conflictos de intereses (“la puerta giratoria”, le llaman). ¿Y ellos qué hablan si acaso no han pasado varias veces de sus ONG a distintos ministerios (Mujer, Inclusión, Justicia, Trabajo, etc.) con sus agendas propias y sus “argollas” de amiguetes (copando puestos, asesorías y consultorías), para luego retornar a sus ONG? ¿Y acaso, siendo funcionarios públicos, no han abierto casos judiciales contra terceros para después, ya de vuelta en sus ONG, meterse a impulsarlos y a litigar en ellos, buscando atraer y ganar dinero con esos procesos, amén de publicidad, poder y notoriedad? ¡No sean tan conchudos! Las ONG deben de ser las más grandes lobbistas de este país para sus tipos de intereses.
Además, son matonescas en su actuar: a menudo van a “pechar”, presionar y asustar a jueces y funcionarios públicos con acosos diarios, “plantones”, comunicados de “notables”, “periodicazos”, marchitas, etc., para que estos decidan solo como a ellas les da la gana, ya que si pierden, reabren y reabren los casos por décadas, zurrándose en el cierre de los procesos. O, si no, acuden a su santuario de la Corte Interamericana. Todo siempre con el decidido apoyo mediático de Mohme y su LR o, si no, de otros coleguitas más ingenuos.
Y nuestra izquierda onegeísta puede ser tan torpe, o hasta malvada, que han ido a demandar en la –cada vez más proteccionista– Secretaría de Trabajo de EE.UU. a los sectores textil, confeccionista y agroexportador peruano, lo que al final puede acarrear el cierre de estos, quedándose miles sin empleo. Después me preguntan por qué aborrezco a la izquierda…
El doble discurso de siempre, en eso son muy buenos pero a la vez grandes hipócritas.
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