Sabía que el
hashtag #NiUnaMenos lo había visto antes. No es nuevo, lo usaron los grupos de
protesta en Ciudad Juarez-Mexico ante los cientos de casos irresueltos de
mujeres asesinadas. Sorprende porque supuestamente identifica la promoción
de una marcha contra el feminicidio, que según las estadísticas no es una norma
en nuestro país. Un estudio de “The Geneva Declaration” iniciativa diplomática
suscrita por más de cien estados paises -entre ellos Perú-, dio como
resultado que el 17% de todas las víctimas de asesinatos a nivel mundial son
mujeres, y nuestra nación peruana no aparece ni al final. Aunque una avisada
activista me alcanzo una nueva lista de la ONU donde Perú
aparece punterisimo en casos de feminicidio. Cabe señalar que la Ministra
Marcela Huayta –de conocido activismo feminista y promotora de la ideología de género-
obtuvo, no sabemos cómo, esos datos y se lo envió a la dicha la agencia de la ONU…y al
Defensor del Pueblo? Eso de darle cargo político a una activista no es buena
idea.
Hay toda
una formidable y bien aceitada maquinaria detrás de esta marcha –y otras varias-
, pero por motivos muy distantes al original. Es ahora harto sabido que la
izquierda está manipulándola para provecho propio. Una publicación de los
marxistas del Frente Amplio que se puede hallar en las redes sociales, anima a
ir a la marcha para también protestar por las esterelizaciones forzadas. Caso
que fue archivado por sexta vez en el Poder Judicial. La izquierda se hace
presente en todas y cada una de las marchas de protesta que tienen que ver con
reclamos de género y anexos. Y en este caso lo que ellos llaman
feminicidio, figura penal que solo existe en la mente de algunos ingeniosos sociólogos
de activismo conocido, pues de lo contrario se tendría que también reconocer el
masculinicidio. Ridículo pues!
Lo que más
llama poderosamente la atención es el constante bombardeo de los distintos
medios a pocos días de la marcha. De un momento a otro nos convertimos en un país
de violadores, según la alegre afirmación de una congresista de izquierda. Todo parece
indicar que la hegemonía cultural y mediática pasa por los marxistas estratégicamente
posicionados en el mundo cultural local y los medios de comunicación más
influyentes. Estrategia recomendada por Antonio Gramsci ante lo arduo y
demorado de una lucha de clases. No se sorprendan pues si en la marcha ven
lesbianas, gays, marxistas, abortistas y hasta uno que otro ecocomunista pues todos
ellos son zombies de la izquierda. Es por demás, el objetivo debiera ser el Poder
Judicial y la Fiscalía, por su laxa intervención en lo que a impartir justicia
se refiere, pero prefieren crear fiscalías especializadas para feminicidio. Un día
de estos nos despertaremos con la noticia que hay fiscalías especializadas para
marcas, choferes asesinos, parricidas y mataperros. Todos incluidos y ni uno
menos!
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