-Uno ve y
escucha a los que están a cargo de investigar a Odebrecht y pareciera que
tuvieran temor de hacer más de lo convenido o decir todo lo que saben. Algunos
pareciera que hasta presumen de no saber mucho o simplemente no saber nada
sobre el caso y luego los que no quieren responder. El fiscal Pablo Sánchez por
ejemplo dice no tener detalles sobre el acuerdo que firmo la Fiscalía con
Odebrecht. Ese acuerdo donde los cariocas aflojaron 29 milloncitos. Y si le
preguntan sobre Odebrecht, se escabulle diciendo "cuando tengamos los
elementos suficientes" o "esa información es clasificada". Claro
que si de confundidos se tratan, nadie supera a Hamilton Castro, eh? Según el
jefe de la Unidad de Investigaciones Financieras, el fiscal les pidió que no
congelaran las cuentas de Odebrecht. El fiscal se confundió, el esta allí para
pelear por los intereses del estado peruano, no? Quien no se midió fue el ex
procurador anticorrupción Amado Enco quien hasta dijo que si el estuviera al
frente del caso, Graña y Montero (socios de Odebrecht) también estarían siendo
investigados.
-Miren que
coincidencia. Primero llegan dos homosexuales casados en la ciudad de MexicoDF,
con la consigna (ni viven en Lima) que la RENIEC reconozca su matrimonio gay a
como dé lugar. No se percataron que las leyes bajo las que se casaron es una
norma legal provincial y la imposibilidad se encuentre alojada en la Constitución
peruana. Un juez les dio la razón y vino el diluvio. Cuando aún se debatía tal despropósito, una
pareja de lesbianas casadas (también en México. Coincidencia!) denunciaron ante
cámaras que la RENIEC se negaba a registrar el hijo de una de ellas, como hijo
de ambas. Tampoco hay manera de hacerles entender que la RENIEC no está normada
para satisfacer sus demandas y que la RENIEC solo hace su trabajo. Todas estas
exigencias me hacen pensar que las leyes peruanas son de un rango inferior a
las de la Ciudad de México. Lo gugleare!
-En algunos
países como EEUU, crímenes como los del tal Luis Fernando Figari jefe del
Sodalicio, no prescriben, pero si en Perú. Si el caso se archivo fue porque ya había
prescrito y no porque el gobierno peruano tenga algún trato secreto con el
Vaticano o porque Cipriani sea el Rasputín de PPK. Claro que todo esto no hace más
que aumentar las ventas del libro que justamente versa sobre el tema. Que
oportuno!
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