Mario Adinolfi/TEMPI -Podríamos prolongarnos mucho sobre estos estudios “académicos”, puramente ideológicos y absolutamente a-científicos. Bastaría volver a proponer el documental La paradoja noruega para explicar hasta qué punto esta ideología está fundada sobre bases médicas y científicas nulas, pero esto nos desviaría de la cuestión principal. Hoy, aquí, queremos responder a una simple pregunta: ¿qué es lo que afirma la ideología de género? Los “mandamientos” de esta ideología son cinco y están vinculados entre ellos.
Estos son:
“Mandamiento 1” de la Ideología de Género: La distinción entre lo femenino y lo masculino, no es un hecho biológico, es un “estereotipo cultural”
El objetivo originario de los “estudios de género” de los años sesenta era afirmar la absoluta igualdad entre el hombre y la mujer con el fin de que la mujer se liberara y emancipara de la “discriminación”. Negar la distinción masculino-femenino, considerar “un estereotipo” el que existan, por ejemplo, trabajos típicamente masculinos y otros típicamente femeninos, negar la especificidad del papel materno respecto al paterno; son los elementos fundamentales de la ideología que afirma que el hombre y la mujer son intercambiables en cada función. Agrega que han convencionalismos socials y una opresión de tipo histórico-cultural los que han encerrado a la mujer en algunos papeles concretos, en especial en el ámbito familiar, por lo que es necesario liberarla (en este siglo 21, de qué?), y de paso despedazar el orden cultural establecido a partir de las evidentes distinciones entre lo masculino y lo femenino, necesario para la perpetuidad de la especie.
Con la excusa de libertar a la mujer, pretende borrar de un plumazo su condición de mujer, su sexualidad, su femenidad, al igual que la condición propia del hombre, para que todos puedan ser y hacer “lo que deseen”. Es decir, que de la dualidad hombre-mujer, sobre la que se construye hoy la familia, la sociedad y el Estado, se pase al “poliamor”, no sólo con personas del mismo sexo, sino con más de uno a la vez. Un “amor grupal”.
Se la juegan con todo, eso está claro, y no les dá ni así de penita.
“Mandamiento 2” de la Ideología de Género: el sexo biológico es “modificable”
La ideología de género ve el sexo biológico como un dato originario que se puede modificar, como algo transitorio y “líquido” que se puede doblegar según la elección del “género” al que se quiere pertenecer y que puede realizarse a cualquier edad partiendo de los datos de comportamiento.
Los ideólogos del género impulsan, por consiguiente, el transexualismo como prueba de libertad y emancipación del individuo y sostienen que la definición del ser humano también a nivel burocrático no debe limitarse a las dos sexualidades biológicas universalmente reconocidas (masculino y femenino), sino que debe adecuarse a infinitos y fantasiosos matices de género, llegando a contar hasta 56.
Las redes sociales como Facebook se han sometido a este diktat ideológico, mientras que algunas legislaciones nacionales han reconocido, además del género masculino y femenino, también un en verdad novedoso, género “neutro”.
“Mandamiento 3” de la Ideología de Género: La familia natural es otro estereotipo
Según la ideología de género, la familia natural formada por padre, madre e hijos es sólo un estereotipo cultural basado en la opresiva acción del varón sobre la mujer. Siempre según esta doctrina tan osada como acientíficia, la familia es ya un estereotipo roto a causa de la “liberación sexual” de la mujer (?), a su vez acompañada por el fin de la “dictadura del varón”. Que a su vez ha sido “liberado” de su rol eminentemente masculino hacia una sexualidad líquida que genera 56 géneros distintos. Por consiguiente, roto el esquema masculino-femenino, rota está también la idea de la familia tal y como la conocemos.
Entonces, los ideólogos del género obligan a utilizar el plural: ya no existe “la familia”, sino “las familias”; con ello se refieren a cualquier agregación social fundada sobre un “amor” genérico que incluye, obviamente, también las relaciones con más parejas como los “poliamores”. Busque en la red de qué se trata esto. Se sorprenderá (más).
Esto hace que emerjan una serie de reivindicaciones políticas y sociales que van desde el denominado “matrimonio igualitario”, más conocido como matrimonio gay, hasta el reconocimiento, como hemos dicho, de las relaciones con más parejas llamadas “poliamores”, vistas por algunos intelectuales como Jacques Attali como el inevitable desembarco de la sociedad de la desintermediación.
Como se ve, la ideología de género no busca sólo la reivindicación de derechos como lo ha hecho creer en Bolivia. Se trata de un cambio de fondo del sentido de familia y con eso, un cambio de 180 grados de esta sociedad presente, para moldear la sociedad futura (donde vivirán tus hijos y los míos) en base a estos “mandamientos”.
“Mandamiento 4” de la ideología de género: “Desexualizar la progenitorialidad”
Si la familia natural es un estereotipo, el culmen de la ideología de genero es inevitablemente la “desexualización” de la “progenitorialidad”.
Por consiguiente, los hijos ya no nacen de la relación sexual entre un hombre y una mujer, sino que pueden ser generados artificialmente por cualquiera agregación social, lo que lleva a impulsar la fecundación asistida homóloga y sobre todo heteróloga: de hecho, la ley que la regula, a medida que se la va privando de vínculos, es cada vez más el emblema de la liberación.
Se apoyan prácticas objetivamente violentas y brutales, como el vientre de alquiler, utilizando sin embargo fórmulas lingüísticas edulcoradas y si es posible con forma de incomprensibles acrónimos como GPO (gestación por otro) o GDA (gestación de apoyo), necesarias sobre todo para los homosexuales, notoriamente desprovistos de útero.
La finalidad de la “desexualización” de la “progenitorialidad”, culmen de la ideología de género, tiene como consecuencia la idealización de la homosexualidad, propuesta como modelo de liberación de condiciones sociales opresivas y, en el pasado, claramente vejatorias.
“Mandamiento 5” de la ideología de género: La conquista de la escuela y de los medios de comunicación
El modo con el que la ideología de género y sus leyes quieren realizar esta “colonización ideológica”, es a través de la conquista de la escuela y los medios de comunicación social.
Es decisivo para los ideólogos de género conseguir dinero público y leyes estatales para entrar en los centros escolares e influir en las mentes de los niños y de las jóvenes generaciones con la idea de que la familia natural es un estereotipo. El resultado: cursos contra la “discriminación de género” o el “acoso homófobo”, que son necesarios en algunos casos para proteger a una población vulnerable. Pero la ideología de género los usa como caballos de Troya con los que penetra fácilmente en las escuelas, produciendo textos dirigidos a los niños, con los que ataca a las mentes más frágiles para de-formarlas. Para confundirlas.
Al mismo tiempo, ocupan puestos clave en los medios de comunicación. Con ello, la ideología de género apunta a influir y formar opinión pública entregando principios que supuestamente enuncian una idea avanzada de libertad y describiendo a los opositores de esta doctrina como retrógrados peligrosos que limitan la libertad del resto, por pura maldad y odio.
Las descripciones maniqueas (si no estás a mi favor, estás en mi contra) de las dinámicas en marcha en este terreno son una característica de los ideólogos de género, cuyo fin es crear iconos que sean fácilmente reconocibles e identificables con el mundo homosexual y transgénero. Estos íconos son contrapuestos a la opinión pública que aún se resiste a estas formas de fascinación; intimidándola y atacando con fuerza, incluso la libertad de expresión sobre estos temas. De aquí surgen legislaciones punitivas, arrestos de opositores y objetores de conciencia o linchamientos mediáticos de quienes no se someten al nuevo diktat ideológico.
Por tus hijos, no podés quedar indiferente. Hacete oír, informate, movilizate así sea por redes sociales. La familia es anterior al Estado y es base de la sociedad, por lo tanto éste en vez de imponerle leyes que la destruyen, debe defenderla y protegerla. Es su deber.
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