EXPRESO -El presidente Pedro Pablo Kuczynski necesita urgentemente dar un golpe
de timón. No debe permanecer indiferente después de presenciar el misil
balístico disparado por la procuradora Katherine Ampuero -a quien nombró
su caviarizada ministra de Justicia Marisol Pérez Tello- exigiéndole a
la Fiscalía que lo investigue por corrupción. PPK designó a Pérez Tello
confiado en su lealtad –lo menos que un presidente espera de cualquier
ministro es nobleza y fidelidad- sin profundizar en que la titular de
Justicia tiene una innata vena progre, que la compromete con la mafia
caviar que persiste en gobernar si contar con los votos del pueblo. Los
caviares son unos parásitos que se adhieren a los políticos que arriban
al poder sin un verdadero partido, sin auténticos cuadros profesionales
para ocupar las carteras ministeriales y, fundamentalmente, sin
operadores políticos. Como los vendedores de jaleas crecepelo,
se ofrecen prestos a solucionarle todos los problemas al flamante
mandatario. Pero una vez asentados en las reparticiones del Estado en
las cuales logran instalarse, empiezan a socavarle el terreno; a
serrucharle el piso al gobernante que les tendió la mano. Así de arteros
son los caviares. Aunque siempre existe algún incauto que cree en
ellos. Florecieron como catones de la democracia y la moralidad a raíz
del video Kouri-Montesinos. Elevaron a los altares a Paniagua. Y, de
inmediato, encapsularon a aquel principiante apellidado Toledo, a quien
endiosaron para luego, ya instalado en palacio, ponerlo contra las
cuerdas amenazándolo con la cantaleta del impeachment. Entre
otras razones, por el episodio de las firmas falsas; la corruptela del
cheque de US$700 mil encontrado en la cuenta de uno de sus hermanos en
un banco del exterior provenientes de aquel US$ un millón donado por el
inescrupuloso Soros para la campaña electoral toledana; la historia de
Zaraí, etc. Aquellos mismísimos argumentos que esgrimiera El Comercio,
el conglomerado de la concentración mediática y altavoz de los caviares,
para apropiarse del Canal4.
Fue así como los caviares mantuvieron chantajeado a Toledo durante
toda su gestión, haciendo y deshaciendo del poder sin haber sido
elegidos por la ciudadanía. Hoy estas garrapatas han conseguido
instalarse estratégicamente en las entrañas del régimen PPK y, a medio
año de iniciado su régimen, ya han acorralado al gobierno a base,
nuevamente, de chantajear al jefe de Estado.Si PPK no se sacude
hoy de estas sanguijuelas, será muy difícil que acabe su gestión. Restan
cincuenta y un meses de pepekausismo y los caviares ya tienen –y además
lo esgrimen- el arma para extorsionarlo. Se trata de la denuncia de la
procuradora caviar Ampuero, presentada con bombos y platillos ante la
opinión pública. Este instrumento constituye un riesgo fenomenal para la
estabilidad del régimen Kuczynski. Porque será casi imposible que
gobierne sometido al sambenito de la corrupción, esgrimido por los
caviares cada vez que lo necesiten. Bote a todos los caviares del
Estado, presidente Kuczynski. Una cosa es que estas amebas hagan
política desde la oposición, y otra muy diferente es que lo hagan desde
el corazón de su gobierno.
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